Han pasado las fiestas navideñas (por fin) y ya estamos metidos en la rutina y concentrados en los nuevos retos a conseguir en este nuevo año, que suelen ser los de casi siempre. Pero aún hay una última cosa que queda pendiente de la Navidad y es la llegada del rey mago Artabán, que si se le da bien el viaje llegará por Semana Santa ¿Que quién es ese? ¿Un cuarto rey mago? Pues sí. Os confieso que yo no sabía de su existencia hasta que oí su historia en un podcast de radio.
Resumo:
Artabán era un rey mago de
oriente que acordó con los otros tres, conocidos por todos, en ir a alabar al
Niño Dios y entregarle regalos dignos a su naturaleza humana y divina. Lo que
pasa es que por el camino se distrajo un poco ayudando a todo el que se
encontraba, ofreciendo sus piedras preciosas a cambio de liberar niños esclavos
o socorrer a ancianos entre otras muchas cosas... no llegó a la cita con los
otros reyes, perdió la estela de la estrella, se perdió en el desierto, y para
cuando quiso llegar a Belén todos ya se habían marchado de allí.
Por fin, después de muchos años vagando, dio con Jesús ya crucificado, que le agradeció todos los regalos que le había hecho, a saber, ayudar a todo aquel que necesitó libertad, consuelo, agua, comida, etc.
El incrédulo Artabán murió sabiendo que había logrado su objetivo, aunque fuera de manera poco convencional.
Por fin, después de muchos años vagando, dio con Jesús ya crucificado, que le agradeció todos los regalos que le había hecho, a saber, ayudar a todo aquel que necesitó libertad, consuelo, agua, comida, etc.
El incrédulo Artabán murió sabiendo que había logrado su objetivo, aunque fuera de manera poco convencional.
Este cuento lo escribió Henry van Dyke, teólogo presbiteriano estadounidense, en 1896, y fue versionado y llevado al cine en más de una ocasión, en una de ellas por un joven Martin Sheen.
Pero, como ya me conocéis yo
prefiero quedarme con otra moraleja de esta maravillosa historia y no con la
evidente. Todo lo secundario, todo lo que está por detrás de lo visible, suele
ser igual de interesante y no todo el mundo lo ve porque nos eclipsa el
argumento principal. Y es que... qué razón tenía John Lennon cuando decía
aquello de que "la vida es lo que te
va sucediendo cuando te empeñas en hacer otros planes"
¿Cuántos Artabán hay por el
mundo? Se trata de personas que tienen una meta, un objetivo claro, y pasan
años hasta poder lograrlo o lo abandonan por el camino porque encuentran otras
prioridades que no pueden, o no quieren, obviar. Artanbán se creyó un
fracasado, pero los suyos fueron los mejores regalos. Los Artabán que hay
desperdigados por ahí demoran conseguir sus objetivos hasta que llegue un mejor
momento o bien transforman sus fracasos en nuevos retos, pero siempre están
buscando y caminando sin descanso y llegan... aunque sea tarde.
La historia de Artabán nos
enseña que los fracasos pueden ser relativos, porque siempre de la chatarra
puede salir una pieza innovadora, de las sobras de comida un plato exquisito o
de los retales una colcha a lo patchwork.
Poder alcanzar nuestros
objetivos en la vida depende tanto de lo que nos pasa como de nuestras
decisiones ante eso que nos pasa. Artabán podía haber mirado hacia otro lado
ante tanto desgraciado que se le ponía por delante, concentrarse en llegar a
tiempo a Belén, en no perder la estrella del cielo, todo en pos de su glorioso
objetivo, caiga quien caiga. Hoy en día diríamos que era un ingenuo, un
"tan bueno que era tonto" y, por supuesto, nadie lo contrataría en
una empresa, excepto aquel que supiera mirar más allá de lo evidente.
¿Cuántas mujeres a lo largo
de la historia tuvieron que dejar de lado sus carreras profesionales por cuidar
de sus hijos o de algún familiar enfermo, por ejemplo? ¿Cuántas habilidades y
estrategias de afrontamiento de estrés, resolución de problemas, capacidad de
sacrificio, de demora de gratificaciones, etc deben desarrollar y no son
valoradas por la sociedad ni por las empresas? Como digo, un empresario inteligente
sabría ver más allá de la trama principal ¿verdad?
Hay muchos ejemplos del tipo
Artabán en la historia, algunos incluso se estudian en las universidades como
modelo de liderazgo o por su habilidad para controlar su mente y sus emociones en
situaciones de supervivencia extrema. Uno de los más increíbles es el del
explorador Ernest H. Shackleton, un
auténtico héroe.
Shackleton no logró su
objetivo. Las cosas se le torcieron bastante pero supo coger al toro por los
cuernos con tal habilidad que logró algo mucho más difícil aún y por ello pasó
a la historia.
Resumo:
Año 1914. Objetivo:
Atravesar y explorar el continente Antártico. Circunstancias: el hielo rodea su
barco y lo aprisiona hasta hacerlo reventar. Shackleton supo ceder muy a su
pesar en lograr su objetivo y lo transformó en otro, el de salvar a todos sus
hombres y devolverlos a sus hogares. Pasaron muchas penalidades, estar al borde
de la muerte durante casi tres años, sin apoyo, sin comida, sin poder
comunicarse con el resto del mundo, y con unas temperaturas en permanente bajo
cero, pero lo logró. Se puede decir que fue un fracaso triunfal.
Otro ejemplo es el de Ulises, el de la Odisea de Homero.
Tardó bastante en regresar a casa. Le pasaron muchas cosas, se buscó algunos
problemas, también supo salir de todo, perdió su objetivo de vista varias veces
por deslumbrarse por otros más atractivos... de alguna manera sus decisiones,
su errores y sus aciertos lo hacen más humano que el todopoderoso Shackleton.
También se estudia su modelo de conducta además de las mil lecturas de sus
aventuras. Para mí es una de las historias más increíbles de la literatura. Lo
tiene todo y lo enseña todo.
Yo conozco algún Artabán que otro. La crisis ha creado a muchos. Yo misma aspiro a ser uno de ellos. Creo que en lugar de lamentarnos por nuestras propias desgracias es bueno actuar, tomar decisiones y tirar hacia adelante. Sus historias de superación nos inspiran, nos ayudan a centrar todas nuestras energías, no en la queja sino en la acción, nos enseñan a ser flexibles para saber cuándo demorar un objetivo o adaptarnos a las circunstancias y para ello tener siempre en mente nuestros valores, intereses, creencias y anhelos. Da igual que estas historias vengan bajo el manto de un glorioso héroe de la antigüedad o sean las del vecino de al lado, seguro que sabréis reconocer a estos magos bajo cualquier disfraz.
Tampoco hace falta
embarcarse en una odisea o irnos a la Antártida, los objetivos de cada cual tienen el valor
que cada uno les queramos dar y son de nuestra más absoluta propiedad.
La madurez, tan despreciada
por los departamentos de Recursos Humanos, es una de las mejores cosas que
tenemos y no podemos obviarla. Ulises, Shackleton o Artabán no me alucinan por
sus cualidades de valentía ignorante en pos la aventura, el gran entusiasmo por
lograr lo que quieren cuando inician su viaje. Lo realmente interesante es todo
lo que viene después, que a pesar de todo lo que les sucede, reaccionan,
mantienen ese entusiasmo por seguir adelante aunque sea cubiertos de llagas por
el frío, el salitre o el sol abrasador del desierto, han mirando a la muerte
mil veces y tantas veces la han burlado. No podemos dejar a la sociedad
huérfana de toda la experiencia y el saber acumulados fruto de nuestros fracasos
y nuestras remontadas.
Quizás, como se nos muestra
en la magnífica película "Otra Tierra", exista en un universo
paralelo otra versión de nuestro yo, de nuestra vida, esa que habíamos soñado o
aquella que hubiera sido si no hubiéramos optado por ciertas decisiones que
ahora lamentamos o no hubieran sucedido tragedias no buscadas. Pensar en lo que
pudo haber sido y no fue solo nos lleva a la frustración y no
ayuda a construirnos el camino que debemos seguir.
No temáis perderos. Puede
que los dioses se diviertan poniéndonos a prueba rompiendo nuestras naves y confundiéndonos
con espejismos. Puede que se rían de nuestro desconcierto y desesperación o
aplaudan nuestro coraje, se enojen viendo cómo les ganamos en fama y grandeza o
nos recompensen con honores por nuestras hazañas. Pero, cuando la vida se
despista (tal y como nos dice el cantante y compositor Dani Martín) nosotros
somos los que tenemos que decirle por dónde está el camino, aunque sea dando un
gran rodeo, cambiemos el plan A por el plan B o lleguemos un poco tarde.
Os recomiendo:
- The Other Wise Man (El otro rey mago) El libro esta versionado de muchas maneras, para niños o adultos. Buscad en librerías el que más os guste. La peli, hay también versiones. Escoged.
- Lecciones de liderazgo. Las 10 estrategias de Shackleton para liderar al límite de la resistencia humana de Dennis Perkins. Imprescindible.
- Atrapados en el hielo de Caroline Alexander. Libro y documental. Impresionante.
- La odisea de tu alma de Elizabeth Clare Prophet. Interesante análisis de la personalidad de Odiseo o Ulises.
- La odisea de Homero. Mil versiones de cómic, traducciones, películas, mi Ulises preferido es Kirk Douglas aunque la película no es de las mejores.
- Otra Tierra , película de Mike Cahill. Rara rarísima, maravillosa. Tráiler
- Podcast del programa de radio La Escóbula de la Brújula, "Ritosy Mitos de la navidad"
- Video de la canción de Dani Martin, 'QUE BONITA LA VIDA' Preciosa