jueves, 26 de febrero de 2015

La Teoría del Todo y mucho más




Cuando a alguien con una mente genial, que ve más allá de lo que ven los más iluminados, es sentenciada al silencio y a la muerte es como si el destino o los dioses le gastaran un broma macabra. 

Eso le ocurrió al joven Stephen Hawking que, por un lado le bendijeron con un superpoder y por otro con una enfermedad terrible que le impedía moverse y hablar, entre otras cosas, convirtiéndolo en un pelele cada vez más retorcido y que, por desgracia, no se cura con tirarse un cubo de agua helada encima (aunque eso ayude, claro). Pero dentro de ese cuerpo que apenas le obedecía la mente de Stephen seguía funcionando ¡y a todo trapo!

¿Que no habéis visto la película? Pues el actor, Eddie Redmayne, ha ganado el Oscar por su increíble interpretación que hace dudar en muchas ocasiones si son imágenes del Hawking real o no. La actriz Felicity Jones (esposa de Hawking) está también increíble y la historia de este físico teórico superstar está narrada con exquisitez. Sentimientos a flor de piel a lo largo de todo el film que, únicamente, a los que nos gusta la ciencia creemos que le falta chicha, que no se moja más que un pelín en las teorías físicas del genio.


¿Qué es el Tiempo? ¿Qué papel juega en el Universo? ¿Qué son las estrellas y los agujeros negros? ¿Existe alguna teoría que unifique todas las que existen sobre ello? ¿Existe una ecuación elegante y sencilla que responda a todos los interrogantes? Algunas de estas preguntas nos las hemos hecho muchos sobrecogidos ante el inmenso cielo de una noche de verano. A Stephen Hawking le bastaba con atascarse bajo su jersey para ver lo que nadie ve en la búsqueda de la ansiada Teoría del Todo.



Premios por doquier, libros que son bestseller... el nombre de Stephen Hawking vende. Todo lo que dice sobre el mundo, los extraterrestres o los viajes en el tiempo sale inmediatamente en los titulares de todos los periódicos... "lo ha dicho el sabio Stephen Hawking" (al menos se escucha a uno). Sí, la verdad es que la maldición lanzada sobre él fue una verdadera chapuza, pero es que tenía un as en la manga...

La vida de Hawking es de cuento de hadas, tanto que le han hecho hasta una peli. Es como aquella bella durmiente que siendo un bebé fue maldita por una bruja vengativa y envidiosa cuando las otras hadas ya le habían dado el don de la inteligencia, la sensibilidad y el buen humor. Pero, si conocéis el cuento, tras el desastre aún quedaba un hada que hacía un apaño para que las consecuencias no fueran tan malas y el que se hizo con Stephen Hawking fue el mejor de todos. Le bendijo con la presencia y amor en su vida de Jane Wilde, su primera esposa.




Y es que el sacrifico de Jane para con Stephen fue total. Cuidar a un enfermo totalmente dependiente a tiempo completo y con tres hijos pequeños, renunciando a sus grandes pasiones intelectuales en pos de las del genio es el verdadero descubrimiento del que os quiero hablar en esta entrada. Jane renunció a todo para hacer feliz a su amor el tiempo que le quedara de vida, en principio dos años. Pero fueron muchos más y la enfermedad iba a peor y su propia vida a la deriva. El agotamiento físico y psicológico, el cansancio y la desesperanza, hicieron mella en la buena disposición, candidez y sueños de amor poético de Jane, dándose de bruces con la dura realidad, como si Don Quijote despertara horrorizado de su ensueño tras chocar con los molinos y descubrir que no es un caballero al rescate sino un pobre anciano que no puede con su alma. Y claro, algunos dudan de ella y la echan en cara el querer sentirse viva.


Conozco a gente en situaciones muy parecidas y el destrozo mental y físico es tremendo. ¿Quién se acuerda del cuidador? ¿Quién le da descanso y aliento? ¿Dónde están las ayudas de dependencia? Todos valoramos su capacidad de entrega pero están cumpliendo con su deber, no? Así que se les niegan los sentimientos de hastío, de soledad, de amargura, del ya no poder más y los de desear ser amados. La película también cuenta la evolución de esta relación que se comporta como dos galaxias a la deriva en la expansión del universo. El cambio en el rostro y las maneras de Jane, que pasa de ser una joven decidida y entregada a ser una mujer rota de agotamiento es evidente. 

Y al final, como las interminables partidas de ajedrez que juega Stephen consigo mismo, todo queda en tablas, sin rencores, con cariño y un respeto profundo, mucho más que como acaban algunas parejas.




Mi Oscar particular, mi Príncipe de Asturias y todos los premios habidos y por haber, se los dedico desde aquí a Jane y a todas aquellas personas que cuidan y ayudan a que otras sigan viviendo y aportando lo que pueden a los que les rodean, aunque no sea algo tan loable y ambicioso como descifrar la Teoría del Todo.


Os recomiendo esta película. Toda una lección de coraje por parte Stephen y Jane. Que la disfrutéis!



BlogQuieroCine: crítica de la película






Página web con consejos y ayuda para personas que cuidan a otras. Seguro que a Jane le hubiera venido de perlas: http://www.sercuidador.es




domingo, 8 de febrero de 2015

Pasarse la tarde jugando


  

Desde hace algún tiempo asisto alucinada a la gran cantidad de juegos de ordenador, consola y tablets, por no hablar del gran negocio que suponen. Su realismo, temática y opciones, sus grandes encuentros, que dejan por los suelos a cualquier congreso médico que se precie, y sus campeones. Pero lo de que de verdad me alucina es la cantidad de canales que hay en YouTube donde gente corriente, de toda lengua, cultura y condición, sube sus partidas previamente grabadas con sus  propios comentarios.

Juegos en línea donde varios participantes, cada uno vete a tú a saber en qué lugar del mundo está, comentan las jugadas como si estuvieran todos alrededor de una mesa jugando a Catán pero a lo bestia. Los llamados YouTubistas tienen miles de suscriptores que observan, hacen sugerencias o críticas de jugadas y jalean a sus ídolos. Yo, al principio, me dije que la gente está fatal de la cabeza, de verdad, pero esto está muy extendido y divierte tanto a los que lo realizan como a los que siguen el juego como espectadores. Entonces, algo tiene que tener  ¿no?

Bueno pues buscando otras cosas en Youtube me tropecé con este tipo de videos. Ni que decir tiene que mis hijos se hicieron fans desde el minuto uno, dando igual si los comentarios estaban en inglés, alemán o mandarín, la abducción era total, sobre todo con el Minecraft.

Si no sabéis de qué va el Minecraft, yo tampoco lo sabía, dejad que os cuente brevemente para que parezca que estáis a la última si os sale la conversación. Es un juego feo, pero feo, feo, como si estuviera super-pixelado y fuera de esos antiguos juegos ochenteros con gráficos simplones... pues es tan feo que es bonito, la mar de divertido y hasta educativo. Se trata de un juego de construcción de bloques sin reglas establecidas. Hay que crear mundos, buscando recursos, construyendo refugios, palacios o lo que vosotros queráis, animales, máquinas... y al final te olvidas de la estética porque hasta te gusta, el realismo se deja a un lado para que sea la imaginación la dueña y señora a la hora de crear huertos, picar montañas y matar zombis. Sus creadores, dos suecos apodados Notch y Jeb, también se sorprendieron cuando arrancó en el 2009 la andadura de Minecraft y tuvo tanto éxito. Ni que decir tiene que ahora están forrados.

Ya sabéis: gráficos sencillos, mecánica de juego simple que se puede ir complicando cada vez más y la oportunidad de crear vuestro propio mundo usando solo la imaginación, el límite lo ponéis vosotros. Si queréis aprender este juego es mejor que vayáis a estos canales de Youtube, en casa nos encanta Planeta Vegetta, su creador es muy simpático y no dice tacos (para los niños es importante).


Pero, al descubrir este juego por ordenador inventado por dos nórdicos, me vino a la cabeza otro juego también sueco que hacía bien poco había visto en el maravilloso mercado medieval de Alcalá de Henares (Madrid). ¿Y qué se puede encontrar en un mercado medieval? Pues, en lugar de juegos de ordenador, un juego de mesa vikingo, entre muchos otros de la familia de juegos tafl, el Tablut. Este seguro que no lo conocéis, ni creo que muchos suecos hayan jugado alguna vez en su vida al mismo. Si en la Edad Media el ajedrez era la madre de todos los juegos, el Tablut es un hermanito menor muy entretenido que ayudaba a pasar el rato a las tropas vikingas entre saqueo y saqueo. El tablero de juego podía ser bonito y de madera o, como el que tengo yo, de piel, una piel que sirve a la vez de bolsa para guardar las piezas, muy práctico para llevar encima. 





Dos jugadores que controlan dos bandos de guerreros en desigualdad de condiciones, en número, propiedades de las fichas y objetivos a alcanzar. En este caso moscovitas contra suecos, los moscovitas tienen que atrapar al rey sueco que intenta escapar. Pues así se divertían antes y ahora también se puede uno divertir, la verdad. Algunos lo están recuperando del olvido, como Daniel, el artesano que me lo vendió y que se ha especializado en la fabricación de estos juegos históricos y tradicionales. Tras todos los ajedreces y juegos antiguos que exhibe hay mucho trabajo de documentación, buscando en legajos, pidiendo ayuda a la embajada noruega y contactando con algún especialista que queda por ahí. Todo esto lo sé porque me lo ha contado él mismo con toda la disposición, paciencia, entusiasmo y desparpajo del mundo. En medio del ajetreo de curiosos viandantes parados ante su vistoso puesto de este gigantesco mercado medieval Daniel te explica las reglas de cada juego, su significado y todo lo que quieras saber. De tesis doctoral, vamos. Tranquilos que os pasaré un enlace por si queréis indagar y de paso hagáis un regalo vistoso si os veis en la necesidad.



Los juegos cambian de formato con los tiempos y la tecnología, pero todos se basan al final en lo mismo. No solo entretienen, sino que hacen compartir momentos divertidos con los amigos o con uno mismo, hacen que nos detengamos y ralenticemos ese círculo vicioso mental en el que estamos atrapados, refrescan nuestra memoria, relajan nuestros músculos e ideas antes de reincorporarnos a nuestra vida cotidiana y seguir siendo lo que somos.


 Y qué bien se lo pasaba uno (o se lo pasa) jugando, al parchís, al Supermario, al Laberinto, a Dragones y Mazmorras, al Monopoli o las cartas toda la tarde, sobre todo esas de frío, oscuridad y lluvia. La luz y el calor llenan la estancia porque los pone la imaginación y nuestras risas. Y es que lo lúdico nos hace felices y no es exclusivo de la infancia aunque la magia y el entusiasmo que acompaña a estos momentos quizás sí, quizás de adultos no disfrutamos con tanta intensidad. Mal hecho. No hay nada como encontrarse un juego de esos de antes con los que jugábamos hasta hartarnos. A mí me pasó recientemente con el emblemático e inencontrable Imperio Cobra de Cefa, con el que volví a subirme a bordo del ave fénix y sobrevolar  el palacio de cristal, el templo de las mil puertas o el mar de niebla, e incluso, consultar el oráculo ¡Toda una experiencia!



Sí, para los juegos no hay edad. Os recomiendo una película argentina, "Rompecabezas", donde una mujer (la actriz María Onetto) reencuentra su lugar en el mundo gracias a los puzzles. Casualmente descubre que posee un gran talento para su resolución y entonces comienza a competir por equipos y eso cambia la perspectiva de su vida. La película toca de manera delicada una revolución en la mente de una mujer de mediana edad que parece ser invisible para todos los que la rodean.



Sea con el Minecraft o con el antiguo Tablut, lo bonito de jugar es que nuestra mente se concentra durante un buen rato en una estrategia o guión imaginario de tal manera que, si los científicos nos pusieran electrodos mientras lo hacemos, descubrirían que estamos sumergidos en estados de flujo, de atención plena o meditación, como quieran llamarlo, vamos, que es muy bueno para nuestro equilibrio mental. Y es que el juego y lo que sentimos, lo que compartimos, es una terapia, es el modo más natural de aprendizaje, de hecho todos los animales aprenden las competencias más importantes para su vida jugando. Los juegos remueven nuestro interior de tal manera que impulsan cambios extraordinarios. Por eso existen montones de dinámicas de grupo que se alimentan de ello y así conseguir reflexiones en los participantes a través de las vivencias y emociones movilizadas con el juego en cuestión.


¿A alguien se le ha olvidado lo que era jugar y sentir todo eso? Si es así no os preocupéis... ¡No es demasiado tarde!


Os pongo unos enlaces interesantes:



 Taller Artesano Arcana de Juegos históricos










Clubs de Juegos de Mesa:






Película "Rompecabezas". Dirección y guion: Natalia Smirnoff. Países: Argentina y Francia. Año: 2009.



TRAILER







Reportaje de Antena 3TVhttps://www.youtube.com/watch?v=3icc1slgNNI 





PLANETA VEGETTA:

¡¡¡ Hey, muy buenas a todos, guaaapísimos !!!












viernes, 30 de enero de 2015

Recorriendo senderos de gloria


   


Si cualquier día, dando una vuelta por la calle, os acercáis a algún kiosco de prensa, descubriréis que en realidad son reducidas islas de información flotando en medio del mar  del tráfico, el ruido y las idas y venidas de las gentes de paso. Desde las revistas de punto de cruz, de pesca, de astronomía hasta las de cotilleos, junto con libros, coleccionables de lo más inverosímil, también encontramos juguetes, cromos, chicles y, claro está, en medio de todo, medio escondidos, los periódicos del día. En algunas de estas islas también podemos encontrar películas de colecciones pasadas, metidas en un cartoncillo endeble, que han quedado en tierra de nadie descolgadas de su periódico acompañante. Pues así, cotilleando entre los DVDs náufragos amontonados en el rincón de "a un 1€", me encontré sin yo saberlo con una auténtica joya entre las arenas de una de estas islas.

   Se trataba de una película protagonizada por Kirk Douglas y dirigida por Stanley Kubrick... otra cosa no sé, pero mala imposible que fuera y por un euro... No, no es "Espartaco", ya os habréis dado cuenta, sino "Senderos de Gloria", de 1957. Una auténtica maravilla de película que, como es de la 1ª Guerra Mundial y esta guerra no fue tan vistosa como la Segunda, pues mi ignorancia no me dejó ver. Pero, como al final la curiosidad es más fuerte que la tozuda ignorancia, me la llevé a casa.


Se trata de una de esas historias que caen en el olvido de no ser porque alguien decide hacer justicia. En este caso fue Humphrey Cobb, un escritor que en 1935 se hizo eco de un terrible hecho que tuvo lugar en esta despiadada contienda. Cobb había ido a la guerra y conocía bien lo que contaba en su novela. Y muchos años después llegó S. Kubrick y quiso llevarla al cine junto con volcado en cuerpo y alma K. Douglas. Ambos obraron el milagro. Pero la película no se estrenó hasta mucho tiempo después. En Francia hasta 1975 y en España hasta ¡1986!. Sacad vuestras propias conclusiones. Estos dos gigantes del cine levantaban ampollas allá por donde iban y no se cortaban al denunciar ciertos hechos así que una peli de guerra, que en realidad no era de guerra sino todo lo contrario, resultaba ser una verdad incómoda. La verdad siempre molesta a los de siempre, claro.


   En "Senderos de Gloria" podemos ver ( o leer si acudís a la novela publicada por la editorial Capitán Swing) lo absurdo de la guerra, de las decisiones de los altos mandos para controlar a unas tropas que parecen ser las únicas en ver ese absurdo, usadas como carnaza por unos remilgados de despacho que se divierten como chiquillos planeando asaltos mientras degustan una comilona como si de un gigantesco monopoli bélico se tratara. No os quiero contar nada de la trama para que la vayáis descubriendo vosotros mismos, a ver qué cara de alucinados se os pone según avanza. Las interpretaciones de todos los actores son increíbles y la mirada de Kubrick, una pasada. Sus planos y su cámara al hombro entre interminables trincheras, su manera de transmitir emociones hasta el último minuto... hacen que parezca una película mucho más actual. Siendo un film bélico, o antibélico, llama la atención que al enemigo nunca se le ve por ninguna parte, quizás porque en realidad esté a nuestro lado, entre los nuestros.



   Ya no quedan personas vivas que vivieran de primera mano aquella guerra, pero quedan a nuestro alrededor muchas otras que han seguido sus particulares senderos de gloria a través de otras trincheras de la vida. En el mundo en el que vivimos, empachado de tecnología, donde hordas de zombis y autistas caminan por las calles, en los autobuses y el metro, sumergidos en conversaciones donde la comunicación no verbal, ésa que los expertos estiman como el 93% de la información relevante, brilla por su ausencia, pues en este mundo nuestro que hemos creado o nos han creado, me asusta que nos olvidemos de otras cosas, como de comunicarnos con calidad. ¡Vaya paradoja! Ésta supera a las de la física que tanto gustan a los teóricos de la ciencia, nunca hemos estado más comunicados sin embargo da sensación de todo lo contrario.


Y es que estamos perdiendo la comunicación esa de mirarse a los ojos con la persona que se supone tenemos delante porque quizás estamos mirando la pantalla "conversando" con otra. Al final, la comunicación del tipo "Amigos que se cuentan con los dedos de una mano", cara a cara, pasa a ser del tipo "Tengo 200 amigos en Facebook". La comunicación con los hijos, que nos cuentan sus historias del día, sus ilusiones y fantasías, pasan a ser cada vez menores y de peor calidad porque mientras hablan estamos mirando el móvil a ver si alguien nos ha enviado algo. Para colmo algún avispado pensará que de esta forma los niños aprenden a integrarse en las nuevas tecnologías y que con la gente también hay que comunicarse así. Luego nos quejaremos. Y, por último, la comunicación del tipo "Batallitas del abuelo". Os podéis reír de esta tipología, me la acabo de inventar, no problem. Ésta última, como digo, ha pasado prácticamente a la historia y era de las buenas, hechos y anécdotas contadas a media voz, sin prisa y usando más de 118 caracteres. Y es que, aunque creamos que no, ya no sabemos escuchar ni prestar atención a lo importante y nos estamos perdiendo la esencia de otras vidas, un legado que parece estar en el poste de los fusilados de "Senderos de Gloria" porque algo hay que sacrificar en pos de la locura de lo absurdo. Y sustituimos la llamada de teléfono por el mensaje escrito, las emociones por emoticonos, sí, si son muy graciosos, pero nos perdemos esas emociones que campan a sus anchas en medio de una buena conversación y que nos envuelven en una nube mágica cuyo recuerdo perdura de por vida. Vaya sermón he soltado y ¡qué a gusto me he quedado!




   Os propongo un experimento. Escuchad a vuestros mayores y sus historias porque son maravillosas, llenas de injusticias, de penalidades y logros, de supervivencia y de senderos de gloria, que hay muchos... Haced justicia, que ese saber no se pierda entre el barro de las trincheras. Haced algún voluntariado con gente mayor o  simplemente charlad con alguien en un parque. Pasad del móvil y mirad a los ojos, haced hablar a vuestros mayores, es fácil sonsacarles historias increíbles y estarán encantados de hacerlo. Hay muchos tesoros enterrados en la arena, solo hay que saber buscar y escuchar. Vais a alucinar. Ah, y luego si queréis twitteais el resultado del experimento ;)


  
 Disfrutad de esta obra maestra. Para abrir boca tenéis montones de videos en YouTube.


Senderos de Gloria - Patriotismo






Stanley Kubrick Tribute







domingo, 14 de diciembre de 2014

El lugar en el que habitan


 Los niños muy pequeños suelen hacer preguntas que, guiadas su inocencia, ignorancia o lógica aplastante, elegid el motivo que queráis, nos sumergen en cuestiones filosóficas y psicológicas profundas. Varias veces me han preguntado con ojos anhelantes si lo que salía en la T.V., como Doraimon y sus amigos, las naves de StarWars o los dinosaurios de Spielberg, existían en algún lugar.

¿Qué hago? Me decía yo mientras esperaban respuesta inmediata, porque como soy adulta lo se todo del mundo... ¿Les dejo vivir en una maravillosa fantasía como pocas veces experimentarán de adultos o les digo la verdad aunque duela?


Decir que los dibujos animados los inventó y realizó alguien, que los dinosaurios están hechos por ordenador, que R2D2 es de mentira y un enano va dentro,  que Superman es un actor cuya vida se guíaba por rutinas y problemas como las de cualquier otro mortal... pues  no suena muy emocionante. Ellos quieren que existan realmente, ellos y mayores también  ¡me apunto! Yo también quiero que Rebeca, Ayla, Luke Skywalker o Scarlett O'Hara sean reales y habiten por ahí, en una mansión victoriana en blanco y negro, perdidas en la prehistoria, en una galaxia muy muy lejana o en la América de Norte y Sur.



 Y da igual el lugar donde transcurre la acción, en mundos del pasado, presente o futuro, reales o imaginados. Seguro que muchos desearían que la Tierra Media existiera realmente, Terramar o cualquier otro lugar... ¿Cuál es el vuestro? ¿Camelot, el Mundo Perdido o el planeta Betazed de StarTrek? ¿Quizás desearíais ir de la mano del Capitán  Ala Triste, Indiana Jones, Katniss en los Juegos del Hambre o con los vampiros de Crepúsculo? Da igual...





Si ya existen en las mentes de sus creadores ¿son reales? Pensadlo de verdad. Para ellos seguramente sí.  ¿Y cuando sus aventuras y vidas, aunque sean de ficción, se nos cruzan y nos hacen revivir como nuestras sus apuros y alegrías? ¿Acaso no son reales nuestras emociones? Según los escáneres cerebrales experimentamos e interpretamos de igual manera lo que imaginamos que lo que vivimos realmente, así que existen, al menos en nuestra cabeza.
Pero, dejadme que vaya más allá. Ahora sí que os pido dar una vuelta de tuerca. Si es así, ¿cuando dejen de ser imaginados por alguien dejarán de existir igual que nosotros dejamos de hacerlo cuando nos convertimos en polvo y nadie sepa que existimos alguna vez?
En la película "Ira de Titanes" los dioses mueren porque ya nadie los necesita, ni les rezan, ni piensan en ellos y desaparecen. Como los antiguos dioses, los personajes de ficción desaparecerán en cuanto dejen de ser adorados, al igual que muchos otros seres y mundos de ficción. 


Quizás esperen ocultos en algún relieve de piedra enterrada, en algún cuadro en un polvoriento desván, en una antigua cinta de video o un manuscrito  olvidado esperando a ser convocados y revividos por alguien que vuelva a sentir su historia como propia y les acompañen en sus aventuras.


 


Como explica el guionista y cineasta Gonzalo Suárez, director de  la maravillosa "Remando al Viento":

"He oído decir que Frankestein se ha hecho popular por las películas, pero yo creo que, independientemente de las películas, tiene la virtud que tienen los buenos personajes como Don Quijote y Sancho Panza, que ya no necesitan del libro, que han salido de sus páginas y vagan por espacios siderales,  pero entre nosotros"



Quizás cobren vida con la obsesión de su autor al imaginarlos y que cobren más vida aún cuando nos tocan desde esos espacios siderales de la imaginación. Algunos nunca dejan de morir, se actualizan con otros rostros: Ulises, Tarzán, Arturo... Desconozco cuántas versiones cinematográficas van ya de Frankestein, incluída la cómica, cuántas ediciones en novela o en cómic o dibujos animados...  no sé cuántas de La Odisea o de nuestro Don Quijote. Echad la cuenta, a cada generación lo suyo, pero ahí siguen existiendo.

Pues, a lo que voy, cuando los niños me preguntan estas cosas ¿qué hago?

Pues decidí decirles siempre la verdad, explicada a su nivel, claro. Y sí, aunque duela y con la justita anestesia. Descubrir la verdad si se quiere se entiende y los niños no escurren el bulto como los mayores. Tras una pequeña cara de decepción, pues vale, no pasa nada, siguen disfrutando de todo, sabiendo lo que es y sumergiéndose en la historia cuando les apetece viviendo momentos inolvidables, con una intensidad feliz. Como los adultos, volverán muchas veces a recrearse en esos mundos y querrán tener un muñeco, póster o disfraz, algo tangible y "real" de esos personajes. 


Podrán imaginarse o desear que existen en algún lugar esos mundos creados por la imaginación de otros o por la suya propia, pero no se dejarán secuestrar por ella salvo en contadas circunstancias porque  la imaginación es muy útil, enriquece el pensamiento, fomenta la creatividad para resolver problemas y para soportar situaciones de crisis emocionales graves y si no que se lo digan a Ana de las Tejas Verdes o la niña de El laberinto del Fauno... personajes que proyectan a muchos seres reales.


"Hay otros mundos, pero están en este" dijo Paul Éluard 

¡Pues claro que sí!


¡Felices Fiestas y hasta el año que viene!


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Paseando por el Cementerio Inglés




Suele ocurrir que lo que tenemos más cerca lo dejamos sin conocer porque sabemos que lo tenemos a mano. También suele ocurrir que a la vuelta de la esquina  existen lugares insólitos, hechos extraordinarios, personas maravillosas o personas malévolas que pasan por normales pero que la cotidianidad los deja relegados a la indiferencia. Siempre buscamos lo exótico, lejano, la pompa y circunstancia.

Digo todo esto porque en mi barrio, Carabanchel, me enteré hace algunos años que existía un cementerio muy peculiar, el Cementerio Inglés, pero claro, está ahí al lado, ya iré. Carabanchel no tiene muy buena fama, será por la antigua cárcel, hoy derribada por una de esas decisiones incomprensibles, será por ser un barrio obrero, será por qué se yo, pero no será por no ser un distrito con mucha, muchísima historia. Palacios y conventos,  asentamientos romanos con mosaicos increíbles pegados a la iglesia más antigua de Madrid, restos prehistóricos antiquísimos de antes del hombre y después del mismo... todo esto daría para muchas y variadas entradas de este blog, pero de momento solo hablaré de este rinconcito.


El Cementerio Inglés guarda, como si fuera un oasis en medio de la urbe, muchos tesoros de la historia de la España del último siglo y medio, una de esas rarezas que da gusto conocer y que nos sumerge en lo más oscuro y lo más glorioso del espíritu humano, siempre eterno, pasen los años que pasen.


1 de Noviembre. Día de Todos los Santos. Una prima mía y yo retomamos una tradición pactada desde hace tiempo, la de visitar algún cementerio en estas fechas, porque para nosotras los cementerios no son lugares lúgubres o tétricos (salvo alguno, claro) sino todo lo contrario. Lugares donde el silencio  amansa y donde se nos enseñan muchas cosas de la vida de personas que, aunque ajenas, se nos presentan cercanas a través de los mensajes de sus lápidas. Aunque solo figure su fecha de nacimiento y muerte, con esas pequeñas pistas sobre su existencia, su profesión, sus hijos, nos enseñan que al final el tiempo vuela y que todos nos parecemos en amores y dolores, enfermedades, sentimientos y pérdidas, tanto si nuestra morada está en un fastuoso panteón o bajo una quebradiza lápida cuyas inscripciones están ya borradas por el tiempo, la vegetación y el olvido de los vivos.



No voy a hablar de su historia o ilustres moradores, para eso tenéis varias webs donde se da bastante información. Tan solo diré que fue creado en 1854 por el Gobierno Británico ante la falta de un lugar de enterramiento para personas de fe no católica, que cuando morían eran, por ejemplo, arrojadas a pozos o algo peor. Pues sí, mucho golpe de pecho pero luego parece ser que si no eras católico pues no tenías alma, sentimientos, no eras nadie, ni un padre o madre ejemplar o un ser humano y punto. Triste, pero es así. Parece que vamos cambiando en esto, pero llama la atención que el Madrid de 1800 pasaran esas cosas... o no, lo dejo a vuestro criterio.



Pasearse entre esas tumbas y sumergirse en estas historias contadas entre susurros es como revivir a modo de "película" momentos vívidos de importantes banqueros, de empresarios del espectáculo, de aventureros americanos que desde Oklahoma llegaban aquí vete tú a saber porqué, de masones con sus símbolos y pirámides, de pintores enamorados de un país como el nuestro, de madres y padres amantes de sus hijos fallecidos en una u otra guerra, de bailarinas que siguen danzando a modo de saludo, de matrimonios mixtos, de judíos atrapados en la azarosa y vengativa historia y también de personas de confesión ortodoxa. 



El nombre de una persona hace que su ser perviva, así pensaban los egipcios, y pronunciando aquellos que se nos antojan extraños a ojos españoles, parecía al menos reconocerles que, aun estando en un lugar  tan ajeno a su patria, les mostramos nuestros respetos estén donde estén. También saben escuchar los problemas que nos oyen comentar a  los vivos, mientras descansamos en un banco o entre paso y paso, problemas que ellos ahora ya miran de lejos, con la serenidad que da la sabiduría.



Cuántas vidas truncadas y cuántas historias de las que aprender visitando este cementerio. Y es que la vida y la muerte al final es igual para todos, de verdad. Lo que hacemos en ella y lo que perdura tras la misma es lo que marca la diferencia. Esas personas siguen "hablando" a través el tiempo, entre cipreses y flores, un lugar lleno de paz que merece la pena descubrir y que os recomiendo.



¡Feliz visita!



Enlaces:

- Web del Cementerio Inglés 


- Mi Cámara y Yo

- El Cajón del Maestro: 



 Calle Comandante Fontanes, 7

Madrid




miércoles, 15 de octubre de 2014

Estudio Ghibli y compañía


















La primera vez que vi una película del estudio Ghibli me quedé alucinada y fue más por lo que me hizo sentir que por la trama en sí. Era El Castillo Ambulante, basada en el libro de la escritora británica Diana Wynne Jones. El estudio Ghibli era algo totalmente desconocido para mí pero a partir de entonces me enganché a todas sus producciones.


Ghibli es el viento seco, caliente y arenoso del desierto, “nuevo viento”… así decidió denominarse este estudio japonés de películas de animación al mando de su creador, maestro, genio, gurú, o todo a la vez, Hayao Miyazaki, un apasionado de la aviación, la naturaleza y el feminismo. Id tomando nota.

Yo que me he criado con Heidi, Marco y Mazinguer Z, después de contemplar posteriores frikadas japonesas como Pokémon, Shin-chan, que no son santo de mi devoción, salvo Doraimon que tiene su gracia, pues la verdad es que no esperaba nada del manga. Lo mismo me pasa con la animación occidental, Disney, Píxar o DreamWorks que exploran la animación con gran carga de imágenes con las que bombardean al espectador, basándose en argumentos pobres y personajes planos, salvo excepciones, claro (Toy Story, Bichos, Hermano Oso...) Así que el día que me topé con el maestro Hayao Miyazaki volví a la fe verdadera con gran entusiasmo.

Elegancia, sensibilidad, mensajes que llegan al alma sin prisas ni estridencias a través de un gusto exquisito por el detalle, una música envolvente Jo Hisaishi (pincha para ver concierto) que deja su sitio a los silencios para que nos extasiemos con las imágenes y con todo lo que dice la mirada de los personajes… Ponyo en el acantilado, Mi vecino Totoro, La Princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro¿Qué no habéis visto ninguna? ¡Pobrecitos, lo que os estáis perdiendo!





Nada de chistes malos y guiños absurdos al espectador adulto que, claro lleva a los niños al cine. Ghibli llega al adulto a través de reflexiones profundas que se cuelan por debajo del argumento visible. Algunas no son para niños pequeños, por ejemplo la última realizada por este genio con la que culmina su carrera, El viento se levanta, una obra maestra. Narra la historia de un ingeniero aeronáutico que ideó importantes innovaciones en el caza japonés de la II Guerra Mundial. Si os gusta el mundo de la aviación os moriréis de gusto en el sillón al verla.




Una advertencia importante, porque todo lo que he contado es muy bonito y luego me podéis acusar de "rarita" si veis alguna y no os gusta (no me importa si lo hacéis, estoy orgullosa de serlo). A saber: Hay que cambiar el chip de visión occidental superficial y materialista que tenemos a un lado del sillón o fuera del cine. Cuanto más lejos mejor. No dejéis que los prejuicios os arruinen pasar un rato genial. He avisado. Y es que una vez leí que existe una gran diferencia entre el pensamiento oriental y el occidental a la hora de acercarse a la realidad del mundo.


Por ejemplo, imaginemos que tenemos una flor. Una persona oriental, para aprender y saber lo que es una flor, ésa flor, la observará detenidamente, durante muchos días, en diferentes circunstancias. Verá sus cambios y extraerá sus conclusiones sin ni siquiera tocarla. Un occidental normalmente arranca la flor de cuajo, con raíces y todo si brota del suelo. Puede que la separe en partes para observarlas al microscopio y tomar buena nota de todo para averiguar sus funciones, entre otras cosas. ¿Me seguís?

Las dos formas de acercarnos al conocimiento no son excluyentes sino que pueden complementarse. Digamos que los occidentales no tenemos la paciencia para observar con serenidad… pues eso es lo que experimentaréis con las películas tipo Ghibli, un acercamiento a sentimientos y personajes entre la realidad y la fantasía en una historia poco corriente y con alguna lectura extra.

Pero el nuevo viento del Estudio Ghibli revolvió las ideas de más creadores. Entre ellos el hijo del gran maestre, Goro Miyazaki. Ser hijo de un genio no es nada fácil, tanta caña recibió del padre que dejaron de hablarse pero parece que se reconciliaron con su película Cuentos de Terramar, basada en las novelas de Ursula K. Le Guin, otra occidental. Como veis no tienen complejos en relacionarse con occidentales de todo tipo y condición. Una auténtica maravilla de película y encima con la música de nuestro gaitero Carlos Núñez… no digo más.
  




Más genios. Yoshifumi Kondo, que se dejó casi la vida con el elevado grado de autoexigencia al realizar la tierna y también maravillosa Susurros del Corazón… los japoneses también se matan a trabajar, puede que otra diferencia con nuestra forma de vivir, sin ánimo de ofender (se murió un par de años después).




Y dejadme que os recomiende la última que he visto y que ha sido la apoteosis que me ha decidido a escribir de una vez esta entrada. La preciosa Wolf Children - Los niños lobo, de Mamoru Hosoda,… bueno, esta me ha emocionado. Os va a encantar tanto si sois padres como si no, y si además amáis la naturaleza y los lobos, disfrutaréis un montón. Os pongo el enlace de YouTube donde podéis verla íntegra en castellano y con una definición muy buena.



Podría enumerar más pero es mejor que las descubráis por vosotros mismos y decidáis. Alguna a mí no me gusta tanto o la veo algo oscura o rara… recordad que la mirada oriental no es ponerse los dedos en los ojos y alargarlos, por favor.

Echo mucho de menos esta manera de narrar historias en las películas que llenan nuestras carteleras, sobre todo por Navidad o verano, con los deberes del merchandising ya hechos en la juguetería más cercana. Las películas Ghibli me recuerdan al Walt Disney más puro, amante del color, el detalle y la música. Creo que eso está algo hoy en día un poco olvidado o tachado de cursi por mentes cada vez más aceleradas que consultan el wassap mientras creen seguir la trama. La Bella y la Bestia o Fantasía 2000 me hechizaron por completo y creo que el propio Walt habría disfrutado mucho al verlas, así que no está todo perdido. ¿Por qué no harán más películas así, que graben en nuestra mente y en nuestro corazón emociones, personajes, paisajes y músicas? O si se hacen ¿cuántas llegan si quiera a ser editadas en DVD o tener un comentario que no sea en una revista especializada?




En definitiva, nuestras emociones infantiles, nuestra capacidad para fascinarnos y recordar cómo era pensar como el niño o la niña que fuímos saldrán a la superficie de nuestro consciente. Os invito a experimentarlo, porque hoy en día es un lujo y una obligación para seguir sintiéndose vivo en estos tiempos que corren. No tengáis miedo de hacer este descubrimiento de la mano del Estudio Ghibli y compañía. 

¡Que disfrutéis!